Los fondos de gestión alternativa persiguen un objetivo de rentabilidad, no garantizado, sujeto a un presupuesto de riesgo. El objetivo de estos fondos no es batir un índice de referencia, sino generar retornos anuales positivos. Por este motivo, estos fondos tienen unos esquemas de gestión mucho más flexibles que los fondos de gestión tradicional.
Nosotros recomendamos mantener entre un 5 y un 10% de las carteras invertido en fondos de gestión alternativa. Lo que buscamos no es que sean capaces de generar retornos positivos en cualquier entorno (somos conscientes de la dificultad), sino complementar el resto de la cartera de fondos de inversión. Buscamos descorrelacionar y diversificar el riesgo de otros fondos de la cartera que solo pueden estar comprados de bonos o acciones. Y es que no podemos olvidar nunca que diversificar entre dos activos que suben y bajan a la vez no sirve de nada.
Uno de los aspectos clave que debemos analizar a la hora de elegir los fondos es comprobar (1) la consistencia de los estilos de gestión y (2) los resultados obtenidos en el pasado. Es decir, que los fondos hayan sido capaces de cumplir con su función en la cartera.
En este sentido, a continuación vamos a poner un ejemplo de selección de un fondo de gestión alternativa para complementar la parte de renta variable europea de nuestra cartera. Para ello analizamos los tres fondos clásicos y con mayor historial (más de 5 años) dentro de la categoría de retorno absoluto de renta variable europea. Los fondos son el Henderson Pan European Alpha, BSF European Absolute Return y GLG European Alpha Alternative. El índice que vamos a tomar como referencia para el cálculo de ratios y correlaciones es el MSCI EUROPE, y el horizonte temporal diciembre 2009 – octubre 2014.
Resultados.
Conclusiones
El fondo BSF European Absolute Return parece haber cumplido en el pasado con el objetivo que buscamos para este tipo de fondo en nuestra cartera. Además de contar con el mejor ratio de rentabilidad ajustada al riesgo (sharpe), la beta, R^2 y tracking error, arrojan resultados claramente distanciados del índice MSCI Europe. Similar resultado obtenemos del análisis de las correlaciones (descorrelación frente al MSCI).
Podrías pensar que el Henderson ha sido, con creces, el más rentable (7,5% TAE en el período analizado). El “pero” lo encontramos en que ha sido con una beta de 0,54 frente a MSCI World y un R^2 de casi el 70%. Y eso es precisamente lo que no buscamos en gestión alternativa. Para capturar la rentabilidad del índice de referencia (MSCI Europe en este ejemplo) ya hay seleccionados una serie de fondos “tradicionales” de RV EUR con ese objetivo.
* Significado de ratios.
1. Beta: indica la sensibilidad del fondo ante fluctuaciones en el índice tomado como referencia. Una cifra muy alta significa que el fondo está muy influenciado por los movimientos del índice.
2. R^2: es un coeficiente que determina cuánto explica un activo la variación del índice de referencia. Es una medida que varía entre 0 y 1. Un R^2 = 1, indica que las fluctuaciones del fondo están completamente explicadas por las fluctuaciones del índice de referencia.
3. Tracking Error: mide la volatilidad de los diferenciales de rentabilidad de un fondo frente al índice en un periodo de tiempo determinado. Cuanto más pequeño es este indicador más de cerca sigue el fondo al índice.