FUERTE TENSIONAMIENTO DE LAS CONDICIONES MONTERIAS EN EEUU (VÍA TIPO DE CAMBIO): IMPACTO SOBRE CRECIMIENTO Y BENEFICIOS EMPRESARIALES

La economía mundial empieza el año en zona de expansión, aunque pierde fuerza respecto a los últimos meses debido al menor dinamismo de Estados Unidos. El tensionamiento de las condiciones monetarias está empezando a ser un lastre para la actividad del sector industrial. Así, la moderación en el ISM de manufacturas, de los componentes de nuevos pedidos y de empleo, el repunte de los inventarios, el retroceso de la capacidad de producción utilizada o la contracción de los pedidos de bienes duraderos, anticipan una ralentización de la producción industrial en los próximos meses. Por el momento el deterioro no ha llegado al consumidor, sin muestras de flaqueza debido a la fortaleza del empleo y a la “inyección” de confianza que supone la caída del precio del petróleo (liberación de renta).

El tipo de cambio (USD) es el factor clave a la hora de explicar el tensionamiento de las condiciones monetarias. El índice de condiciones monetarias (ICM) se define como una media ponderada de las desviaciones, con respecto de un periodo base, de los tipos de interés y tipos de cambio reales. Así, un aumento de los tipos de interés y/o una apreciación del tipo de cambio supondrían un aumento en el ICM (condiciones monetarias más restrictivas), mientras que una reducción de tipos de interés y/o una depreciación del tipo de cambio supondrían una disminución del ICM (condiciones monetarias más laxas).

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Como se puede ver en el gráfico superior, el ICM en Estados Unidos ha repuntado de forma vertical desde mayo de 2014, situándose en la actualidad en máximos desde el verano de 2009, y todo ello sin que la Reserva Federal haya subido tipos de interés (el repunte viene explicado por la apreciación del tipo de cambio efectivo real del USD). El USD es, por tanto, la variable clave a vigilar en los próximos meses ya que, de seguir apreciándose, podría llevar a la Reserva Federal a retrasar el inicio de las subidas de tipos de interés con el fin de frenar el impulso alcista de la divisa y evitar males mayores sobre las exportaciones y la actividad económica. El +2% de variación interanual que observamos en el ICM es una primera señal de alerta sobre la tendencia en la actividad económica de EEUU. En todas las ocasiones que el ICM ha presentado una variación interanual del +2% o superior, la economía norteamericana experimentó una desaceleración en el ritmo de crecimiento en los meses posteriores.

En el lado opuesto a EEUU nos encontramos con el área euro, donde la fuerte depreciación del euro ha permitido mantener las condiciones monetarias en terreno laxo, compensando en parte el efecto al alza que produce la caída de la inflación sobre los tipos de interés reales. Asimismo, el desplome del precio del petróleo para una economía dependiente de esta materia prima, supone un estímulo adicional para la actividad económica.

Un “viento de cola” para el área euro que ya empezamos a observar en los indicadores más adelantados de actividad que sintetiza nuestro reloj del ciclo. Así, en los últimos meses el vector del área euro se está alejando del cuadrante que recoge una actividad económica en “contracción” y se está desplazando por la zona de “desaceleración”. Dirección opuesta a la que observamos en EEUU, que se mantiene en zona de “expansión” pero empieza a girar hacia los límites del cuadrante. Sería muy positivo para la economía global, y para el tono de la “guerra de divisas”, que ambos bloques económicos coincidieran en los próximos meses en el cuadrante de “expansión”. Si la economía UME se retrasa en coger el relevo de EEUU el riesgo es que ambos bloques económicos terminen por encontrarse en zona de “desaceleración”.

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En la información adelantada sobre beneficios empresariales también observamos el impacto del tensionamiento en ICM y desplazamientos en el reloj del ciclo GdC. El ratio de revisiones de beneficios en el S&P 500 ha pasado de estar por encima de 1,2 (por cada revisión a la baja había 1,2 al alza en estimaciones de BPA) al 0,4 actual (por cada revisión al alza hay 2,5 a la baja!!) En esta caída están jugando un papel destacado (1) el sector energético / desplome del crudo, y (2) la apreciación del USD / compañías dependientes de sector exterior. En el lado opuesto, notable la recuperación del earnings momentum en el DAX, el índice bursátil más industrial del área euro y con un universo de cotizadas en una posición excelente para capitalizar depreciación del euro y la menor factura energética.

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