LA VOLATILIDAD TE PERMITE COMPRAR A BUENOS PRECIOS. SIGA CON SU PROGRAMA

Tienes un programa de inversión diseñado para los próximos 10 años, dónde destinarás 1.000 euros / año a comprar participaciones de un instrumento financiero diversificado. Podría ser un ETF que, por ejemplo, replique el comportamiento de un índice bursátil o participaciones de un fondo de inversión.

Lo importante es que no sea un programa de inversión concentrado, como la compra sistemática de acciones de la empresa X o bonos del emisor Y. La diversificación es muy importante para la gestión de ciertos riesgos.

Si pudieras elegir el camino que seguirá la Bolsa en los próximos 10 años ¿te decantarías por la opción alcista (A) o el mercado volátil (B)?

003b0055e6501523007cbc8b0055e6501523007cbc8

 

Quizá te hayas decantado por la opción A (así lo hace una gran mayoría de encuestados), atraído por una línea ascendente que te asegurará que ningún año incurras en pérdidas. Si hacemos números, encontramos que el valor final del programa de inversión en la opción A es de 13.375 EUR (10.000€ aportaciones + 3.375€ de plusvalía).

¿Y el valor del programa de inversión en la opción B? Pues 21.184 EUR (10.000€ aportaciones + 11.184€ de plusvalía), un 58% más rentable que la opción A. La diferencia entre ambas alternativas es la volatilidad, que permite al programa de inversión comprar a precios atractivos cuando las cotizaciones caen, acumulando un mayor número de participaciones para una misma inversión de 1.000€/año. En la siguiente tabla detallamos las operaciones del programa de inversión para cada año y cada alternativa.

 

00056888e3e0152300823a156888e3e0152300823a1

 

“El principal problema del inversor -e incluso su peor enemigo- suele ser él mismo” (Benjamin Graham). Trabajar con horizontes de inversión largos (al menos 5 años) hace que la volatilidad se presente como una oportunidad, más que como una amenaza, para comprar a precios más atractivos. Y tener una metodología o un programa de inversión nos ayuda a ejecutar las decisiones de compra (y de venta) en esos entornos de volatilidad, cuando las emociones (miedo, pánico) inmovilizan a la parte más racional del inversor.

No existe una fórmula mágica para batir al mercado de forma consistente ni ganar dinero todos los años. Pero sí creemos en una serie de “hábitos saludables” que deben tenerse en cuenta en la construcción de carteras. Unos hábitos que aumentarán las probabilidades de éxito de tus inversiones a largo plazo.

 

#1.   ¿TE CONOCES?

                Emociónate menos que el mercado (recuerda, es maniaco/depresivo)

#2.   LEE BIEN EL MENÚ QUE OFRECE EL MERCADO

                Analiza valoraciones, rentabilidades esperadas y riesgos

#3.   CARTERA CON OBJETIVOS REALISTAS

                “Invertir es sencillo, pero no fácil”. No es nada fácil ser realista

#4.   HORIZONTES TEMPORALES DE 5 A 7 AÑOS

                Reduce el ruido y favorece al desarrollo del proceso

#5.   ESQUEMAS DE DECISIÓN: PROBABLE vs CIERTO

                Sé prudente. Lo único cierto es la función exponencial para recuperar pérdidas

#6.   DEDÍCALE MUCHAS HORAS AL DISEÑO DE LA ESTRATEGIA…

                Fundamental centrarse en el proceso y no en los resultados

#7.   …Y NO TE OLVIDES DE LOS CHEQUEOS TÁCTICOS

                ¿Sigue siendo válido el proceso? ¿La estrategia? ¿Los objetivos?