Ya son seis los meses en los que el reloj GdC del Ciclo Económico Global transita por el cuadrante de contracción. El pasado mes de marzo publicamos el post “La Bolsa Europea ante un reloj en fase de contracción” donde exponíamos el cambio de tercio en el ciclo económico global y las implicaciones para la renta variable. Los factores que presionaban al pulso económico entonces (guerra comercial, Brexit, entre otros) lejos de remitir, han arreciado en las últimas semanas. Y lo que era una alerta de nuestro indicador adelantado en marzo ha cristalizado en una realidad económica – financiera muy vulnerable. Así, los últimos indicadores de actividad (como el PIB trimestral alemán) están confirmando el riesgo del que alertaba el reloj GdC hace seis meses; también el cambio de sesgo en la política monetaria de los bancos centrales (BoE, BCE, Reserva Federal) apunta hacia un trasfondo macroeconómico muy debilitado.
Convergencia bajista entre el ciclo bursátil y el económico. En marzo el reloj del Ciclo alertaba de contracción, pero en abril los principales índices bursátiles marcaban máximos anuales ¿Quién se equivocaba? Esa divergencia se puede observar gráficamente en la siguiente ilustración, donde la clara tendencia bajista del ciclo económico (línea roja) contrastaba con el rebote bursátil del primer cuatrimestre de 2019. Pero tarde o temprano esa divergencia tendería a subsanarse, bien por una recuperación del ciclo económico o por una caída de las cotizaciones bursátiles. Finalmente la vía de reajuste se está produciendo por una caída de cotizaciones (catch-down), y mientras no se observen señales de estabilización en la línea roja del gráfico, la presión bajista sobre el ciclo bursátil podría mantenerse.
¿Y cuándo compramos más bolsa? Esperamos a que se den alguna de estas dos condiciones: (1) estabilización/recuperación del reloj GdC Ciclo Global, ó (2) que las valoraciones en bolsa y el sentimiento de los inversores ya estén descontando un escenario recesivo. Para esto último es muy útil nuestra herramienta “Temperatura del mercado” que nos alerta de entornos euforia / depresión en el ciclo de las valoraciones y el sentimiento de los inversores. Actualmente empieza a dar tímidamente señal de compra, pero esperamos a una señal más contundente para desplazar recursos desde liquidez y renta fija a renta variable. La primera semana de septiembre actualizaremos el “Termómetro”.
En las carteras Allocator GdC, liquidez y renta fija siguen dominando. Mientras tanto, la estructura de las carteras guiadas por reglas de inversión siguen desde marzo con un claro protagonismo de la renta fija y con la exposición a renta variable en mínimos para cada perfil.