La aproximación que hacemos al análisis de la información macroeconómica no es para estimar tasas de crecimiento del PIB, aportación de la demanda interna o evolución de la producción industrial. Por dos razones descartamos este tipo de análisis: (1) tenemos serias dudas de la capacidad de los modelos para predecir sistemas complejos y relaciones no lineales; y (2) suponiendo que fuéramos capaces de realizar excelentes predicciones, también tenemos serias dudas de que nos resultaran de ayuda para la gestión de la cartera de inversión.
El objetivo de nuestra propuesta de análisis del ciclo económico, en el marco de la Inversión Adaptativa, es identificar si estamos ante un entorno que favorece la formación de viento de cola o si, por el contrario, nos adentramos en zona de turbulencias. El multiplicador de la confianza, concepto presentado por Akerlof y Shiller en Animal Spirits, es un buen resumen de lo que pretendemos capturar con este análisis. La confianza afecta al tejido empresarial y sus decisiones de inversión, a las familias con sus decisiones de consumo o al sector bancario y su predisposición para acelerar el ciclo del crédito. Las variaciones en la confianza tienen un efecto multiplicador muy poderoso, ya que tiene la capacidad de activar efectos de retroalimentación (positivos o negativos) por varios canales: afecta al ciclo del crédito, al precio de los activos, al efecto riqueza y decisiones de consumo o al ciclo industrial.
En la Teoría de la Reflexividad que presenta George Soros en su libro “La alquimia de las finanzas” también defiende la retroalimentación que se observa entre los precios de los activos, los subyacentes fundamentales y las expectativas de los agentes. Al igual que sucede con el multiplicador de la confianza de Shiller y Akerlof, la activación de círculos virtuosos (cuando hay confianza) o viciosos (cuando hay desconfianza) emerge como variable fundamental para entender los ciclos económicos y los de los mercados financieros.
¿Entorno favorable para el multiplicador de la confianza o de la desconfianza? ¿Viento de cola o Turbulencias? Buscar respuestas a estas preguntas es de mayor utilidad para las decisiones de inversión que predecir el crecimiento del PIB el próximo año o la evolución de los tipos de interés.
Así, para estudiar el entorno macro en estos términos y con este objetivo, elaboramos varios monitores de seguimiento del ciclo económico donde sintetizamos la información adelantada, y coincidente, más relevante. Buscamos información que nos ayude a identificar en qué zona se encuentra el frente macroeconómico. ¿Viento de cola y probabilidad de multiplicador de la confianza? O ¿Turbulencias y probabilidad de multiplicador de la desconfianza?
El resultado es el siguiente reloj del ciclo que actualizamos mensualmente. Un análisis en dos dimensiones (ejes vertical y horizontal) de una selección de indicadores adelantados y coincidentes. Hoy estamos en zona de “turbulencias”, área que llevamos transitando desde el mes de marzo de 2019 bajo las presiones de la “guerra comercial” y actualmente por la Crisis Sanitaria Global.
Hemos definido la zona de “viento de cola” como un estado donde las dinámicas en las expectativas de actividad económica tienen alta probabilidad de acabar en un reajuste de expectativas en clave positiva (círculo virtuoso, multiplicador de la confianza), facilitando narrativas o relatos que justifiquen tendencias alcistas en las cotizaciones. Mientras que en el área de “turbulencias” se detectaría un entorno proclive a un reajuste de expectativas a la baja (círculo vicioso, multiplicador de la desconfianza). Pero ¿qué se observa en los datos reales cuando el reloj de las expectativas se desplaza por cada estado? ¿Qué sucede con los beneficios empresariales? ¿Y con el entorno de volatilidad?
Estas son los resultados que se extraen del análisis histórico del Eurostoxx:
Beneficios empresariales:
- Con “viento de cola”: crecimiento medio de los beneficios del +7% en los 12 meses posteriores a una observación del ciclo en “viento de cola”.
- Con “turbulencias”: una tendencia totalmente opuesta es la que observamos cuando el punto de partida es zona de turbulencias, con una deriva a la baja llegando a caer los beneficios, de media, cerca de un -3% en los 12 meses siguientes.
Volatilidad:
En el entorno de volatilidad también observamos patrones muy diferentes. Clasificamos este entorno en tres estados en función de la cotización de la volatilidad:
- Normal o tranquilo: cuando la volatilidad implícita está en niveles medios históricos (20%) o por debajo.
- Alta: cuando la volatilidad se encuentra entre la media (20%) y el 35%. Este límite superior son dos desviaciones típicas por encima de su media.
- Extremo: cuando la volatilidad está por encima del 35%.
- Con “viento de cola”: Lo que nos encontramos en un entorno de viento de cola es un ambiente de volatilidad normal o tranquilo (77% de las ocasiones en el análisis histórico), mientras que episodios extremos solo ocurrieron en un 5% de las veces
- Con “turbulencias”: Cuando el indicador de expectativas alerta de turbulencias, la probabilidad de escenarios extremos sube hasta el 13%, mientras que la “tranquilidad” baja del 77% al 52%
Por lo tanto, se observa que con el viento de cola la probabilidad de crecimiento de los beneficios empresariales es alta. Y además coexiste con un entorno de volatilidad en los mercados financieros normal, incluso tranquilo. Esta combinación, beneficios crecientes + volatilidad baja, facilita que las cotizaciones incorporen o asimilen esta entorno con subidas en las cotizaciones (multiplicador confianza). Lo contrario sucede con la configuración con la que se podría encontrar el mercado cuando el índice de expectativas entra en zona de turbulencias. La probabilidad de caídas en beneficios empresariales, junto con un entorno de volatilidad más hostil, podrían suponer un lastre muy pesado para las cotizaciones bursátiles (multiplicador desconfianza).